Es para ti, este montón de palabras estaban guardadas hace ya bastante dentro de mí.
La razón por la que las pongo acá no es porque ya no las quiera o porque me arrepienta, es que sinceramente ya no me permanecen. Te cuento que tenia esta idea de dejar ese punto en coma para siempre porque locamente pensaba que esa oración que nunca empezó finalmente hiciera su gran debut pero en realidad es que tuvo punto final desde que mi mente lo creó. En ocasiones te culpé por volver, por desenterrar algo que pensaba que se me había perdido pero nunca te lo dije porque siempre había lugar y porque me avergonzaba a horrores confesar que sentía un montón de cosas, inocentemente pensé en que si no lo contaba no pasaba. Ya es tiempo de sincerarme y estar en paz con mis sentimientos aceptar que guardarlos nunca me han llevado a ninguna parte y aunque decirlos también me las ha jugado bastante: la vida es una brisa, todo pasa.
Hace bastante escribí para ti, pensando torpemente que te había dejado ir y justamente fue eso: escribí para ti y no para mí, pues a fin de cuentas esto no es una despedida si no una carta para mi misma en donde me entiendo, acepto y saco eso que jamas supiste. La última vez que escribí una carta de estas tenía un montón de agujeritos en el corazón que en el momento parecían imposibles de cerrar pero que con el tiempo han sabido sanar, esta carta es distinta esta vez me siento ligera. Siento que si algún día llegas a volver respiraré profundo, soltare un suspiro y todo estará bien.